Ni buenos ni malos: Tony Stark, Bruce Wayne, Lex Luthor o Norman Osborn toman copas en el mismo club.

Ni buenos ni malos: Tony Stark, Bruce Wayne, Lex Luthor o Norman Osborn toman copas en el mismo club.

Foto: Shaun Wong

Hombres blancos heterosexuales y muy ricos que manejan el poder y las decisiones a través de sus mega-corporaciones empresariales. No hay mejor foto para la propia definición de la palabra “élites”, y es que si nos imaginamos a quienes habitan la cúspide de los privilegios, visualizamos este tipo de perfiles. Curiosamente la cultura popular nos “vende” la idea de dos lados: las buenas personas y las malas personas, las súper heroínas/héroes y las súper villanas/villanos, pero ¿es realmente así?... (si aún no sabes quienes son estos 4 ya estás tardando en leer comics, ver series o películas de Batman, Superman, Iron Man y Spiderman, y volver por aquí)

El fenómeno de la captura debe incorporar también la visión feminista ya que se basa principalmente en un sistema de mantenimiento y aumento de privilegios, y ya sabemos que el patriarcado es el sistema de mantenimiento de privilegios por excelencia, el más antiguo. Entroncan por lo tanto de un modo cuasi perfecto este mix entre captura y patriarcado. Sus ramas se entrecruzan hasta hacerse prácticamente lo mismo.

El mundo del comic por supuesto no es ajeno a ello. Los comics no dejan de ser un reflejo de la sociedad. A veces al estilo esperpéntico de Luces de Bohemia, y otras veces con la mirada ingenua del tebeo. 

Porque no hay mucha sutileza en que ese “Man” que acompaña a los superhéroes desde sus orígenes. Al menos Superman y Spiderman son “curritos” de a pie (también muy hombres, muy blancos y muy heterosexuales) en trabajos precarizados (Peter Parker un poco más para que nos vamos a engañar, aunque siempre con amigos en las élites). 

Porque las élites están ahí, siempre presentes en los comics (hasta en “supers” de “barrio” como Daredevil o últimamente Hawkeye, existe una élite a modo de Mafia). 

Es más, si eres élite, también te puedes convertir en un super-héroe o super-heroína. ¿O no es a partir de las riquezas que atesoran Iron Man y Batman que se fabrican “cacharros” y gadget que los convierten en meta humanos? ¿esta gente tiene dinero en paraísos fiscales? No nos sonaría tan raro que usasen el mismo asesor/a fiscal que sus archi-enemigos. Un día se cita con Luthor, al siguiente con Wayne, y después con Kingpin… 

Todos ellos sin excepción (y sí, son ellos) son un reflejo de la cúspide del sistema de privilegios existentes: hombres blancos heterosexuales y muy ricos manejando el poder a través de sus mega-corporaciones empresariales. Luego habrá quien niegue el patriarcado, pero los comics como la infancia no engaña. Este es el sistema en el que vivimos.

¿Y no son quizás la manipulaciones de Ozymandias, (Watchmen) (otro que cumple el perfil) una metáfora de lo que es la captura en si misma? Recordemos que “La captura política es el ejercicio de influencia abusiva por parte de ciertas élites sobre las decisiones políticas, a favor de sus intereses y en detrimento de la igualdad y la democracia” No olvidemos que él maneja un emporio empresarial basado en si mismo. Sin embargo, sus tentáculos y planes son lo más “meta” que hemos visto nunca en la cultura pop… hasta casi convertirse en una parodia: tiene todo el sistema atado y bien atado bajo unos parámetros claros: él mismo en su completa mismicidad. Siempre le recordaremos enfrente de esos televisores maquinando como organizar el mundo a su antojo, por supuesto al estilo de su adorado Alejandro Magno, y por otro lado el ya clásico “todo para el pueblo sin el pueblo”. Curiosamente (o no tanto) de nuevo estamos ante un hombre (a priori) sin poderes sobrehumanos especiales, pero un gran empresario. 

Y está claro que hay que hacer lavados de imagen constantes a los teóricamente “buenos” para que de verdad los veamos así: Tony Stark se cae del caballo y no vende armas, Bruce Wayne que es un “arma” andante en si mismo, tiene que vdejar sus empresas en manos de la persona con mayores virtudes morales de la Tierra (casi una “madre Teresa”) para que no se cometan desmanes.

¿Este es el reflejo de lo que aspiramos a ser? ¿Ricos/as y poderosos/as que controlan y someten desde la captura a la ciudadanía, y desde su personalidad heróica a la “maldad” (sea lo que eso sea)? 

Pero, en realidad ¿en que difieren de Lex Luthor o Norman Osborn? Ah, ya, que esos son categorizados como sociópatas o psicópatas…  Curioso que haya que tirar por la salud mental para diferenciarlos (un poco al más puro estilo Joker).

Tampoco sería tan extraño que en un día Lex Luthor coincidese con Wayne en hacer lobby al gobierno sobre determinadas empresas extractivas y determinadas concesiones anti-ecológicas. Eso sí luego enfundados en extravagantes disfraces se darían “palos” los unos a los otros (¿testosterona?) Porque en realidad no vemos que sus empresas y sus modos de proceder, más allá de estos pequeños lavados de cara, sean tan diferentes… mucho coctel en la mansión con lo más granado de la elite de Gotham. Y en ese entorno y sin disfraces ya no sería tan fácil identificar quien es el bueno y quien es el malo. 

¿Veremos alguna vez en el comic a un mega rico que luche contra la captura?, ¿qué renuncie a determinados beneficios?, ¿qué se implique menos en su disfraz y más en las cuentas y modos de actuar de sus empresas? Porque poco tiempo parece que tengan Batman o Iron Man de llevar negocios con tanta amenaza cósmica… o quizás es que este sistema de privilegios ya les va bien.

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